Los urólogos son médicos especializados que tratan los trastornos de las vías urinarias y los órganos reproductores masculinos, incluida la disfunción eréctil (DE). Están capacitados para diagnosticar y tratar la disfunción eréctil, por lo que están bien equipados para tratar casos relacionados con problemas de la función sexual.
El urólogo diagnostica la disfunción eréctil mediante un historial médico y sexual, así como un examen físico y de salud mental. Conocer los antecedentes médicos y sexuales del paciente ayuda al urólogo a identificar las posibles causas de la disfunción eréctil y a determinar el tratamiento más adecuado.
El urólogo tendrá en cuenta las intervenciones quirúrgicas, la medicación, las lesiones y las elecciones de estilo de vida anteriores que puedan contribuir a la disfunción eréctil. Esta información le permite identificar enfermedades u otros problemas que puedan provocar disfunción eréctil, y abordar estas causas subyacentes en su plan de tratamiento.
Los urólogos pueden solicitar análisis de sangre y orina para medir los niveles de azúcar en sangre, los niveles de colesterol, los niveles hormonales y la función hepática, renal o tiroidea.
Estas pruebas ayudan a identificar cualquier problema de salud subyacente que pudiera estar contribuyendo a la disfunción eréctil y orientan al urólogo en la elaboración de un plan de tratamiento eficaz.
El urólogo puede realizar una prueba de inyección, que consiste en inyectar en la base del pene un medicamento que provoca la erección. El médico puede masajear el pene durante unos segundos para ayudar a extender el medicamento. Si no se produce una erección, esto puede indicar que hay un problema con el flujo sanguíneo, que puede ser un factor que contribuya a la disfunción eréctil.
Los urólogos también pueden realizar una prueba de erección nocturna para determinar si un hombre tiene erecciones durante el sueño. Esta prueba puede ayudar al urólogo a determinar si la disfunción eréctil está causada por factores físicos o psicológicos, lo que influirá en el tratamiento recomendado.
Los urólogos pueden tratar la disfunción eréctil con diversos métodos, como medicamentos orales, inyecciones, dispositivos de vacío y dispositivos implantados. También pueden recomendar cambios en el estilo de vida y derivar al paciente a servicios de apoyo psicológico, si es necesario.
Además de los tratamientos médicos, los urólogos pueden proporcionar asesoramiento y educación sobre los cambios en el estilo de vida que pueden mejorar la disfunción eréctil, como dejar de fumar, perder peso y reducir el consumo de alcohol. Abordar estos factores del estilo de vida puede influir significativamente en los síntomas de disfunción eréctil del paciente y en su bienestar general.
Los urólogos desempeñan un papel crucial en el diagnóstico y tratamiento de la disfunción eréctil. Están dotados de los conocimientos y habilidades necesarios para identificar las causas subyacentes de la disfunción eréctil y pueden recomendar una serie de tratamientos eficaces adaptados a las necesidades específicas de cada paciente. Si padece disfunción eréctil, es importante que consulte a un urólogo o a su médico de atención primaria, que pueden ayudarle a encontrar el especialista adecuado para tratar sus problemas.